En el inicio de la avenida de los Toreros, a unos pasos de la parada de autobuses, hay unos cuantos contenedores de inmundicias y desechos varios. Están justo sobre el paso de cebra y ante la entrada al caminito que bordea el río. El turista que haya pasado la noche en el hotel, por ejemplo, y quiera tumbarse en la hierba o asomarse para ver el río de cerca ha de dar un rodeo a los mencionados contenedores de basuras. O pasar por en medio, vamos. Es lo primero que ve por la mañana.
Ya sé que los contenedores han de estar en alguna parte. Es evidente. Pero en alguna parte no quiere decir en cualquier parte. Porque si seguimos la regla de colocar los contenedores allá donde haya sitio, así, sin cautelas ni prudencias, el día menos pensado podemos encontrárnoslos ante las puertas de santa María la Real. Aunque no, claro: ahí no hay ningún paso de cebra.
Querido Amigo enmascarado. Eso está así a propósito, para que haga juego con el nombre que le han dado a una preciosa Alameda: Avenida de los toreros. Abrazos sinceros.
ResponderEliminar¿Y no hay ninguno de color lila? Lástima, quedaría muy mono.
ResponderEliminarAnónimo Segundo