Hay que ver qué bien se hacen las cosas cuando están bien hechas. Sin ir más lejos, ahí tenemos las instalaciones que nuestro Ayuntamiento tiene a bien disponer, cada año, para que duerman los braceros de raza negra que vienen a vendimiar. Sí, señor. Cuánta solidaridad. Y qué detalle, el de no permitir que duerman en el mismo lugar los vendimiadores de raza blanca. Así no hay problemas. Los blancos con los blancos y los negros con los negros. ¿Cómo? ¿Que no se trata de un dormitorio sólo para negros? ¿Que ahí puede dormir cualquiera? Y un huevo. Si es usted un najerino de raza blanca, haga la prueba y acuéstese ante las puertas de la otrora Discoteca San Fernando. A ver cuánto tardan los municipales en despertarle.
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