sábado, 13 de noviembre de 2010

La inauguración del Puente de los pescadores

He de reconocer que, desde el principio, he estado de acuerdo con la construcción del puente de los pescadores. Me parece una buena idea. Amplía el horizonte del pueblo y podrá ser un motivo más para dar paseos junto al río. Otra cosa son las prisas y el modo en que se ha preparado la inauguración. Eso no. Supongo que el hecho de arrasar con cuanta vegetación hubiese a la vista responde exclusivamente a la próxima visita del jefe supremo, el famoso Pedrone. Es lógico que se le quiera agasajar, pero no hay razón para poner tanto empeño en ello.

En la circunvalación de Logroño, según se entra desde Nájera, pueden verse, a mano derecha, unos jardines insulsos, insustanciales, excesivamente racionales y tan faltos de alegría que dan hasta grima. Tienen el aspecto de haber sido hechos para una novela antiutópica de ciencia-ficción, del tipo de Un mundo feliz o 1984. Creo que de ahí se ha tomado el modelo. Las máquinas han dejado el Najerilla igual de aséptico que los jardines mencionados. Pero además lo han hecho a lo bestia. Parece que Atila haya pasado por ahí.

Y es una suerte, no obstante, que el río pase por donde pasa y no lo haga por detrás del Malpica. De haber sido así, nos habríamos quedado sin monte. 

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