viernes, 19 de noviembre de 2010

Un muro neonajerino


Antes de la remodelación de los alrededores del nuevo Puente de los Pescadores podían verse somieres viejos, trozos de cajas de madera, plásticos, hierros oxidados y otros objetos similares para separar los huertos de la tierra de nadie que había junto al río. Ahora, por suerte, ya no es así. En su lugar, en vez de ese muro tercermundista  compuesto de despojos, las autoridades han levantado una elegante valla de estilo neojanerino tardío, una especie de tela asfáltica sin florituras ni leches, que enriquece el horizonte visual y demuestra, una vez más, la contundencia de nuestro personal modo de entender el arte. ¡Viva el neonajerinismo! ¡Viva el arte bien entendido! ¡Viva la madre que nos parió!

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